Capítulo 9

Comienzo una publicación en la que voy a desarrollar lo que fue la empresa en que puse toda la pasión, trabajo y cariño. Un proyecto que tenía pensado que en el futuro fuera para mi hijo y Jorge Lorenzo. Por esta razón precisamente encargué al propio Jorge el diseño del logotipo de la compañía. Mientras él realizaba su trabajo encima de la moto, yo organizaría los cimientos de algo que debía ser un gran grupo empresarial Motosport48.

MT48 nació en una nave de Badalona. Desde allí se llevaron adelante las actividades que exportamos de Monlau Competición, excepto las de la enseñanza y el equipo RACC el primer año. Menciono esto porque su presidente, Sebastián Salvador, y Juan Moreta, ambos que en paz descansen, pasado un año Moreta nos volvió a encargar la gestión del equipo, así como la representación deportiva de los hermanos Aleix y Pol Espargaró.

De esta forma, desde la empresa se gestionaban los intereses deportivos de Jorge Lorenzo, Iván Silva, Álex Debón, David García y Joan Olivé, además de los Espargaró e incorporándose más tarde Fonsi Nieto. En total eran ocho pilotos de los que hablaré de forma individual en la próxima publicación.

Creo que ahora lo importante es hablar de los patrocinadores y la relación con las personas que estuvieron detrás de las marcas, decidiendo apoyarnos en todos los proyectos que llevamos a término.

Nuestro proyecto deportivo abarcaba el Campeonato del Mundo categoría 250, la organización de un equipo paralelo para subir a Pol Espargaró al Campeonato del Mundo con sólo 15 o 16 años, en este momento no recuerdo exactamente el dato, el equipo RACC en el Campeonato de España y el equipo Andaluz, a través de una persona muy importante en mi vida y que el destino ha hecho que nos reencontremos, recuperando una verdadera amistad que nos unió en el pasado: Rafa Velasco. En total se pusieron en marcha cuatro equipos desde la empresa, además de las otras actividades.

Debo decir que un punto determinante en todo ello lo desencadenó el beneficioso acuerdo para ambas partes que se alcanzó con el grupo Piaggio. Si mal no recuerdo, me costó tomar la decisión porque, entre otras cosas, sabía que no iba a ser fácil fusionar nuestro equipo técnico de Honda con el de Aprilia de fábrica, un importante detalle que nos convertía en el equipo oficial de Aprilia.

Llegados a este punto, quiero contar una anécdota sobre una persona que hizo un gran trabajo como coordinador en la empresa, Jordi Pérez, a quien además quiero mucho. Recuerdo que un día yo tenía mis dudas sobre el cambio de marca. Le consulté su opinión al respecto y me contestó: «Guíate por tu instinto y determinación, cómo demuestras cuando sales a buscar patrocinadores, ya que es un creo que tienes don y no te equivocarás». Sus palabras me llegaron tan adentro que decidimos aceptar la propuesta de gestionar el equipo de Héctor Barberá y Jorge Lorenzo con Aprilia. El hecho de adentrarnos en otras categorías con la marca Derbi, algo que también estaba contemplado en el acuerdo, implicaba el traslado de Motorsport48 a la localidad de Martorell es, donde heredamos las instalaciones y el departamento de competición de la legendaria marca española.

Lo siguiente era organizar todo lo expuesto. Tras la fusión de la parte técnica del equipo del Campeonato del Mundo, el 80% de plantilla era italiana y, aunque no recuerde el nombre de todos, sí hablaré de los dos técnicos principales del equipo: Giovanni Sandi y Massimo Capanna. Fue una tarea de cirujano, pero finalmente conseguimos asentarlo todo. Parte de ese éxito se debió a Juanito Llançà, Valeriano Rodríguez, Xavi Queixalós y Carlos Suárez, que supieron transmitir a los italianos la filosofía de familia que siempre quise inculcar en los equipos que organicé. Técnicamente, siempre fui muy meticuloso con los técnicos que escogía. Por otro lado, tanto Esther como Cheni, Pere Gurt y Javier Ledesma, que también colaboró con nosotros, me ayudaron mucho a llevar adelante MT48.

En la parte administrativa, aunque Mavi no estaba con nosotros, con Verónica mantuve el mismo modelo de trabajo en MT48 que en Monlau. Recuerdo la anécdota de una visita al director general de Caja Madrid para conocer la empresa. Finalmente, me preguntó dónde estaba el departamento financiero cuando estaba en Monlau y le respondí que lo que llevábamos Mavi y yo. Al instante me preguntó, sonriendo, si yo dormía por las noches. La verdad es que la empresa se hizo tan grande que ahora, con la perspectiva del tiempo, me doy cuenta de que entre otras cosas me equivoqué en no fichar a un director general del máximo nivel. Sin embargo, la vida es así y no hay vuelta atrás. Es importante recordar esto de cara a lo que tenga que venir a partir de ahora.

A propósito de ello, a través de estas líneas y con todo el cariño de mi corazón quiero hacer una mención llena de afecto a Verónica, ya que también nos dejó hace tiempo. Esté donde esté, siempre le estaré sumamente agradecido por toda la ayuda que recibí de ella.

Lógicamente, si el crecimiento de MT48 no hubiera dado resultados, los patrocinadores más importantes que teníamos no se habrían quedado con nosotros; comenzaré con Fortuna (Altadis). Debo agradecer a Carmen Abella, responsable de patrocinio que, desde el primer momento que me conoció, confiase en mí. Creo que no he conocido a una persona que haya demostrado mayor integridad y lealtad hacia su empresa que ella.

Creo que ni estudiando cinco carreras universitarias hubiera aprendido tantas lecciones de marketing como recibí al trabajar con ella. Su total confianza y apoyo fueron determinantes para conseguir los dos títulos mundiales de Jorge Lorenzo en 250.

Hubo un momento de aquella relación en que, de no llegar a ser por Carmen, hubiera tenido que disolver el equipo Fortuna tras retirarse otro importante patrocinador. Ella fue la única que me apoyó en la idea de no abandonar el proyecto. La llegada a mi vida de otra persona vinculada a la competición, Miguel Rodríguez, de Lotus, que se reveló como un verdadero ángel de la guarda, salvó el proyecto.

Otra persona importante fue Drago Acinovic. Entonces él era, por decirlo de una forma simpática, el “capo” de Altadis. Aprobaba las decisiones y con él cultivamos una bonita relación personal. De él también aprendí lo que debe ser el ejecutivo “mercenario” que cualquier empresa quisiera tener. Tampoco quiero dejar de destacar a Betty Díaz, que era responsable de la coordinación con el equipo, aportando siempre una actitud de cariño a su función. Aparte de ello, siempre agradeceré que mi recomendación para que entrara en Altaris me dejara en buen lugar.

Ahora le toca el turno a Lotus y Miguel Rodríguez. Apareció de nuevo en mi trayectoria ejerciendo, ahora de manager, cuando nos falló el patrocinador del equipo justo antes de empezar el Campeonato del Mundo con Roberto Rolfo y Toni Elías. Nos pusimos en marcha enseguida, dirigiéndonos a muchas empresas para cubrir ese hueco. Cuando teníamos programada una reunión con Correos, recibí una llamada de Miquel y me dijo que tenía encima de la mesa dos posibilidades de patrocinio, una con Dani Pedrosa y Alberto Puig, o la nuestra.

Según me contó, cuando le dijeron que yo estaba detrás del proyecto Rolfo y Elías, me llamó para decirme que se quedaba con nuestra opción. Yo le comenté mi inminente reunión con Correos y que ésta suponía una parte importante del presupuesto. Me respondió con su peculiar forma de hablar: «Dani, soy yo, Miguel. Estate tranquilo, está hecho». Evidentemente, pesó de forma determinante mi pasado como piloto con su apoyo, y cerramos la operación. No voy a alargarme, pero sí debo remarcar que pasamos muchas horas juntos y creo que es el empresario más brillante que he conocido. Me siento muy orgulloso de poder decir que llegamos a ser grandes amigos y siempre le llevaré en mi corazón. ¡Gracias, Miguel!

El RACC fue otro de los patrocinadores importantes que tuvo MT48. Por este equipo pasaron parte de los pilotos que posteriormente representamos. Sin embargo, más allá de ello, mi relación con Juan Moreta, que era responsable del área deportiva, fue tan bonita como triste. Aunque al principio me costó ganarme su confianza, finalmente mi lealtad hacia él fue tan grande como si de mi padre se hubiera tratado. Me sentía así cuando estaba con él. También hablaré en él en la última entrega de estas memorias de la parte triste de mi relación con él.

Con Sebastián Salvador, que era entonces presidente, hubo una relación de gran simpatía y afecto. Parte de ella se cimentó al conocer personalmente a Jorge Lorenzo en una gala en la que se quedó totalmente sorprendido de lo pequeño que era Jorge en esa época. A partir de ahí nuestra relación fue tomando un rumbo muy bonito.

No quiero olvidarme de las figuras de Amón Barfull y Gemma Basses, que desde la sombra siempre se portaron muy bien conmigo. Ahora, le toca el turno a Rafa Velasco, a través de cuyos contactos en Andalucía logramos el apoyo necesario en la creación del equipo andaluz de MT48 en el que corría Alberto Moncayo, un piloto al que junto con su familia siempre he tenido en gran estima. Quiero expresar que, en Rafa, aun siendo más joven que yo, detecté un gran potencial en el campo profesional y, aunque en alguna ocasión llegamos incluso a hablarlo, para mí hubiera sido el director general ideal para MT48. Es uno de los hombres más inteligentes que he conocido y agradezco que, recientemente, nuestros caminos se hayan vuelto a cruzar.

Finalmente, hablaré de Blumaq, que siempre fue en mayor o menor medida un patrocinador de Álex Debón. A Vicente Ballester le agradezco su confianza en el pasado pero, sobre todo, ahora, en el presente, le agradezco su colaboración en mis proyectos y que me permita, el día que cumpliré 56 años, volver a subirme a una moto, que es una de las pasiones que más siento en mi vida. Espero no defraudarle y darle las gracias por la oportunidad de, cómo he relatado anteriormente, ser piloto oficial del equipo AJR-Blumaq.

Finalizo este capítulo haciendo referencia a todos los patrocinadores que nos acompañaron en diferentes equipos porque fueron muchos e importantes, pero debo reconocer que seguramente la memoria me jugaría una mala pasada a la hora de mencionar a alguno en concreto. Vaya por delante mi disculpa, pero gracias igualmente a todos y cada uno de ellos.

Agradezco al mismo tiempo a todos los lectores el gran seguimiento que están teniendo mis publicaciones. Me sorprende que esa atención vaya constantemente en aumento y os invito a continuar siguiéndolas con atención. De esa forma comprobaréis que, para última publicación, la 12+1, despejaré muchas cuestiones que os hayan podido surgir a los lectores.

Un saludo a tod@s!