Capítulo 8

Llegar a esta parte del relato de mis memorias me hace mucha ilusión, ya que está dedicada a la escuela-empresa, que fundamos Pío Ventura, que descanse en paz, Carlos Camí y yo mismo: Monlau Competición. Será difícil explicar en un solo capítulo todo lo que juntos llegamos a llevar adelante y, sobre todo, hacer debida mención de todas las personas que estuvieron involucradas. Por tanto, pido disculpas de antemano en caso de que me olvide de alguien.
Debo destacar que la idea de crear una escuela de formación exclusivamente orientada a la competición fue originalmente de Pío y Carlos, demostrando con ello una gran visión de futuro. Me propusieron la idea en una reunión que organizó Javier Gutiérrez, que era asesor fiscal de las partes, un encuentro en el que me expusieron el proyecto.

Es justo reconocer que al principio yo no lo veía muy claro, pero lo cierto es que en la temporada de 1996 organizamos el equipo de Emilio Alzamora en 250 cc con el patrocinio principal de Fortuna en las instalaciones que ellos nos cedieron. Aquel gesto resultó clave para darme cuenta de que asociarme con el Sr. Camí y el desaparecido Sr. Ventura, podría llevarnos a todos a un futuro fructífero.

Antes de iniciar el proyecto hicimos un viaje a EE.UU. para visitar una escuela y sacar ideas que poner en marcha Monlau Competición. La escuela experimentó un crecimiento espectacular desde sus inicios. No sólo en la parte dedicada a la enseñanza y el equipo, sino en un montón de actividades distintas que también se llevaron a cabo.

Nuestra sociedad estaba muy bien equilibrada, como muy bien decía el Sr. Camí. Desde el punto de vista empresarial, él aportaba un enorme sentido común a nuestro crecimiento, como el gran empresario que es. Pío Ventura era una fuente de oxígeno que me daba fuerza siempre que le planteaba cualquier iniciativa de crecimiento de la sociedad.

El proyecto se inició a nivel de enseñanza, fusionando la parte didáctica con técnicos del mundo de la competición. Yo propuse a Álex Batlle, que había sido responsable el año anterior del equipo Fortuna de 250 cc.

Batlle lideraba la parte de la escuela. Nadie mejor que él, ya que siempre ha sido un gran profesional, extraordinariamente meticuloso en su trabajo. Nuestra relación siempre fue de gran respeto. Una vez organizada la escuela, entendimos que debíamos tener un departamento de competición. El responsable que propuse no podía ser otro que el mecánico con el que me sentí más cómodo como piloto durante los años en que competí, que fue Eudal Noé. Reconozco que seguir mi ritmo de crecimiento con el apoyo del Sr. Ventura no era fácil, pero pude contar con Eudal y todos los mecánicos que estuvieron ahí, desde Juanito a Valeriano pasando por Nacho, Luisito, Pepe, Escámez y Ángel Pérez (DEP). Tengo que agradecer que, pasados los años, este último me regalara la que fue la primera carpeta corporativa de lo que se convirtió en poco tiempo en un importante grupo empresarial dentro del mundo del motor.

En este punto no puedo dejar de mencionar a los pilotos que pasaron por Monlau Competición, sabiendo que quizás me olvido de alguno. Me disculpo por ello de antemano: Ellos fueron Iván Silva, Jorge Lorenzo, Álex Debón, David García, Lucas y Dani Oliver, el malogrado Ismael Bonilla (DEP), Fernández, Carmelo Morales, Miguel Tey, Eduardo Villodre, además de otros que corrieron en la Copa Aprilia Caja Madrid y cuyo nombre no acierto a recordar en el momento de escribir estas líneas.

La escuela-equipo se convirtió en poco tiempo en una plataforma importante para pilotos y mecánicos de nuestro país. En aquel momento también se produjo la incorporación de Chupa Chups gracias a Ramón Bernat y Javier de Lame. Este último me abrió los ojos en el sentido de lo interesante que podría resultar la comercialización de un casco réplica con la imagen de la marca. Con toda humildad no puedo dejar de mencionar que yo mismo aporté la idea del diseño de aquel icónico casco. Lo digo con sencillez, pero con un gran orgullo. Tampoco puedo dejar de resaltar el gran trabajo de distribución que hizo NZI, el fabricante de cascos en posesión de la licencia para su comercialización.

La firma Chupa Chups logró un gran éxito y se convirtió en patrocinador principal del equipo, que adquirió la denominación Team Chupa-Chups. Quiero resaltar también que, gracias a Javier Inclán y Milagros Vior, Repsol también se incorporó al proyecto, tanto en la escuela como en el equipo.
Pasados los años, siempre que he pasado por la calle Potosí en Barcelona he visto el rótulo de Repsol manteniendo el corporativo color rojo de la escuela que, siempre que pude, utilicé en mis años como piloto. Me emociona y me llena de orgullo haber tenido que ver en ello, sin olvidar nunca el apoyo de mis socios, los señores Camí y Ventura.

Como he mencionado anteriormente, el crecimiento de Monlau Competición resultó meteórico. La empresa fue ampliando su lista de actividades que os detallo a continuación. Tampoco puedo dejar de mencionar que fue gracias a Alberto Puig y Dorna, aunque fundamentalmente a Alberto, que se nos confiara el soporte técnico de la copa promocional con mayor prestigio del momento, la Movistar Activa Joven Cup de la que surgieron pilotos que llegaron a convertirse en auténticos iconos de la clase reina de MotoGP, como Casey Stoner, Dani Pedrosa, Toni Elías o Álvaro Bautista, este último todavía en activo y al frente de la clasificación provisional del Campeonato del Mundo de Superbike (WSBK). Aquel paso significó una garantía de prestigio que nos abrió la posibilidad de diversificar nuestros esfuerzos.

En aquellos momentos teníamos en marcha la escuela de formación, gestionamos equipos y teníamos presencia en la Copa Aprilia, así como en todas las categorías de los campeonatos de Europa y de España bajo el nombre del Team Chupa Chups. Por otro lado, se puso en marcha el Team Fortuna con Roberto Rolfo en el Mundial de 250, que en su primer año logró acabar subcampeón. Por su parte, el RACC nos encomendó llevar su equipo con los hermanos Aleix y Pol Espargaró, además de Pere Tutusaus.

Entonces abrimos otra nueva línea de negocio, la representación de pilotos. De ella hablaré en un futuro capítulo, refiriéndome expresamente a cada uno de ellos. Otra actividad también fue la gestión del circuito de Almería, dada la estrecha relación con David García y el ofrecimiento de su padre, Nono, que nos propuso hacernos cargo del circuito.

También comenzamos a gestionar comercialización y merchandising de la marca Chupa Chups, así como la distribución y venta de gasolina de competición de Repsol, tanto en el motociclismo como en el automovilismo.

Otras actividades que ofrecimos desde la empresa consistieron en asesoramiento deportivo a pilotos y equipos, planes de comunicación, asistencia técnica a estructuras privadas, la organización del Open de Cataluña de rallies de asfalto e incluso un equipo de karting que dirigió José Luís Merlos por sus conocimientos en este mundo.

La figura de José Luís Merlos resultó importantísima para mí durante el tiempo que ejerció de director general porque, más allá de que le considero uno de los mejores comunicadores del mundo, compartimos muchas decisiones que tuvimos que tomar juntos y que para mí fueron muy positivas. Debo decir que esos años juntos forjaron la gran amistad que todavía hoy mantenemos.

Dicho todo esto, mi participación en el proyecto se extendió durante ocho años hasta que Alzamora, que había entrado como socio después de retirarse como piloto, tomó mi relevo. La empresa había crecido tanto que propuse separarnos y que cada parte pudiera concentrar su energía con mayor eficacia. En esta separación de actividades yo cedí la parte de la enseñanza y el proyecto RACC, poniendo en marcha una nueva empresa de la que hablaré en el próximo capítulo.

Agradezco de todo corazón al grupo de mecánicos que mantuvo el máximo nivel tras la marcha de alguien tan importante para la escuela como era Álex Batlle, destacando particularmente la impecable e incansable aportación del trabajo de una persona a la que aprecio con toda mi alma, David Jabal, al que acompañó Vidal (DEP), que fue uno de los mejores mecánicos en mi carrera profesional, así como a Pericas, Jordi y Xavi, entre otros.
En la parte de secretaría y logística tuvieron un importantísimo papel Mavi Baena, Ingrid, Esther y Cheni. Todos hicieron un gran trabajo. También quisiera resaltar a algunos alumnos que surgieron de la escuela y ahora están muy bien posicionados en el Campeonato del Mundo de MotoGP, como Liñán, Caixalos, Rubio, Foncea, y algún otro cuyo nombre se me escapa ahora mismo.

Algo que en los inicios quise transmitir a los alumnos, fue ampliar el campo de sus posibilidades laborales una vez terminada su formación en el curso de competición, instándolos a ser responsables de sus propios negocios. Me consta que así terminó siendo, no sé si en el caso de todos ellos, pero sí hay varios que tienen sus propias empresas desde hace años.

Como ejemplo de ello, mencionaré que mantengo una estrecha relación con Javier Cabezuelo y Carlos Suárez. Este último fue el primer alumno que venía a estudiar desde fuera de Barcelona, concretamente de Madrid. Cuando finalizó el curso de competición se incorporó al departamento de carreras, siendo partícipe de todos los años que duró el Team Fortuna. Hoy es además uno de los técnicos más galardonados de la escuela, con varios títulos mundiales en su palmarés, y que ahora milita en el equipo Leopard Racing. También se ha convertido en un gran empresario junto a su hermano Israel, ambos propietarios de la empresa de catering You Kocina, sobre cuyo servicio me permitiré mencionar que está todo buenísimo.

Para ir finalizando, mencionaré que el Team Fortuna creció después del subcampeonato de Rolfo, incorporando a Toni Elías y llegando a ser uno de los mejores de la categoría de 250 cc. Esto también fue posible gracias a la entrada en escena de la marca de relojes Lotus como patrocinador. Seguramente, esto fue uno de los detonantes para que decidiéramos separar la empresa por el gran volumen que había alcanzado.

En la próxima publicación, hablaré de la nueva empresa, de los grandes patrocinadores que nos acompañaron y de otros temas. Termino este capítulo felicitando a Emilio Alzamora por la gran labor que hizo reemplazándome en la dirección y, más allá de mantener el mismo nivel de formación escolar, por la preparación que aplicó con el que hoy es para mí el mejor piloto del mundo, Marc Márquez. Espero que tenga una pronta y completa rehabilitación de su brazo derecho, así como que supere toda secuela de su lesión ocular para que vuelva a estar en lo más alto del podio, como sin duda se merece.

Sabido es que Emilio dejó la escuela que ahora dirige Jaime Serrano manteniendo el mismo nivel y calidad que en el pasado. Seguro que Iván Ventura, hijo de Pío y alma máter del grupo Monlau, también tiene mucho que ver en ello. Por último, mi agradecimiento de corazón a todos los miembros de Monlau Competición. Siempre os llevaré en mi corazón.