Capítulo 10

De mi etapa cómo manager debo decir en primer lugar que resultó extremadamente constructiva. Aprender a lidiar en entornos distintos con pilotos de diferentes características cuyas trayectorias debía gestionar de forma individual, supuso para mí un bagaje realmente enriquecedor.

Esta tarea que en la actualidad constituye una profesión en sí misma, no era tal en aquel momento. Quienes entonces se dedicaban a esta labor desempeñaban en realidad profesiones distintas, ya fueran un familiar, un abogado o un banquero, por mencionar algún ejemplo. Sin duda, era un trabajo delicado porque lo que hay en juego es la vida de un piloto que se sube a una máquina para pilotar a altas velocidades, con el riesgo que eso conlleva. El trabajo de un buen manager es procurar que el piloto disfrute de la mayor estabilidad posible. Seguramente, el ex piloto Alberto Puig y yo mismo fuimos pioneros en el desempeño de estas funciones. Yo me inicié en esa profesión trabajando para Emilio Alzamora cuando este todavía estaba en activo. Sin embargo, tanto Alberto como yo quedamos más expuestos a la opinión pública en nuestras respectivas etapas con Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo por el protagonismo que estos pilotos acaparaban en el momento de la mayor rivalidad entre ellos, cuando ambos eran pilotos de la anterior clase intermedia de 250cc, antes de la aparición de Moto2.

Hoy en día, por fortuna, hay muchos y muy buenos managers asegurando los intereses de los pilotos, algunos de los cuales he conocido de cerca como Albert Valera, Homer Bosch, Diego Silvente, Dani Devahive, José Luis Cardoso y de alguna forma, también Fonsi Nieto en su función de asesor. También, cómo no, Emilio Alzamora, con quien aprendí mucho sobre cómo gestionar a un piloto, su entorno o la relación con los patrocinadores, por ejemplo.
Dicho esto, quiero dedicar esta publicación a hablar de distintos pilotos cuyas trayectorias deportivas llegamos a gestionar desde nuestras empresas, M Competición y MT48.

Iván Silva resultó para mí un reto importante. La idea era subir a un joven piloto desde el principio de su carrera y financiar ésta sin la presión que sufren la mayoría de deportistas del motor y facilitar así que se pudiera concentrar exclusivamente en su evolución deportiva. Apostamos por Iván porque tenía un gran talento y le acompañamos en las copas de promoción y el Campeonato de España de 250cc. Quisimos hacer una prueba con él cuando apenas tenía 15 años en las 24 horas de Montmeló. Aunque corrió con la segunda moto del equipo que inscribimos desde Monlau Competición, con dos Hondas CBR 600, para sorpresa de todo el mundo marcó la vuelta rápida absoluta de la carrera. Aquello fue importante para mí a la hora de pensar en su futuro, dada su estatura y el pilotaje mostrado sobre una máquina de gran cilindrada.

Iván Silva

Pensamos en comenzar lo antes posible un proyecto que posteriormente, por diferencias de criterio, no terminó de materializarse, e Iván tomó un camino distinto. Fue una pena porque llegó a hacer cosas importantes en el lado deportivo, pero siempre me quedará la duda de qué habríamos sido capaces de conseguir si hubiéramos seguido juntos.

Iván Silva

Mi relación con Emilio Alzamora resultó una escuela de aprendizaje de cómo transmitir a otra persona mi experiencia profesional como piloto y persona, de forma que mi aportación pudiera sumarse a su evolución deportiva de la forma más eficiente posible. De Emilio debo decir que, aunque es hombre de pocas palabras, sí sabía lo que quería y necesitaba. Fueron varias las ocasiones en que defendió mis movimientos cómo manager, figura ésta que siempre incomoda a patrocinadores y equipos. Cuando sabes que tu representado confía ciegamente en ti, tu nivel de implicación aumenta considerablemente. Emilio fue un piloto que me demostró su confianza y lealtad hasta el final. Creo que no voy a descubrir nada nuevo sobre él, ya que ya he comentado aspectos de su persona en publicaciones anteriores. El recuerdo de nuestra relación que permanecerá para siempre es el título mundial de 125 que ganó en 1999. El tiempo que pasamos juntos entonces y todo lo que vivimos nos hizo sentir como hermanos, es algo que ha quedado grabado en mi memoria.

Emili Alzamora

Debo confesar al mismo tiempo que el mensaje que Emilio me ha enviado tras leer mis últimas publicaciones, en las que le mencionaba expresamente, ha sido algo muy bonito que siempre llevaré conmigo por su cariño y humanidad. Lamento que se haya producido su separación profesional de los hermanos Márquez, aunque no puedo emitir una opinión al respecto porque desconozco los detalles de la cuestión.

Emili Alzamora

Mi relación profesional con Jorge Lorenzo resultó ser la más duradera y conocida por los aficionados al motociclismo. También fue la más exitosa y de ella hablaré concretamente en mi próxima publicación.

A Alex Debón le podría definir en 3+1 palabras: “Bondad”, “disciplina”, “sacrificio” y, por último, le calificaría como un gran “amigo”. Así me lo demostró en el pasado y todavía lo hace en el presente. Ahora su obsesión es cuidar de su hijo, Alex Jr., que al parecer todo indica que tiene talento para este deporte. Francamente, si hereda las cualidades de su padre, su futuro puede resultar muy interesante. La relación de Alex duró aproximadamente nueve años y se inició porque su hermano Javier, amigo personal y también ex piloto, campeón de Europa de 125 en 1990 con las JJ Cobas de la Federación Española de Motociclismo, quería que yo fuera su representante.

Alex Debón

El trabajo que hizo Álex como piloto privado fue excelente, tanto con Honda como con Aprilia, pero lo que hizo después como piloto probador en Aprilia cuando nuestra empresa MT48 llegó a un acuerdo con el grupo Piaggio para llevar el equipo oficial, me permitió colocarlo en esa situación. Aunque no seguía todo el Campeonato del Mundo, su labor desarrollo de la moto fue impecable. Ahí están los resultados y quisiera resaltar que el segundo título mundial de 250 en 2007 de Jorge Lorenzo se hizo realidad, en gran parte, gracias a Álex Debón.

Alex Debón

La labor de Álex esperando a Jorge en la última carrera del campeonato de 250 en Valencia en 2007, cuando así se lo indicamos mediante la pizarra y él era precisamente el líder de carrera, es algo que yo había aprendido de Ángel Nieto con Emilio Alzamora y su hijo Gelete en el GP de Australia de 1999. Jorge rodaba retrasado y Álex le esperó hasta que Jorge, muy nervioso, reaccionó al ver su rueda, comenzó a rodar al ritmo adecuado para avanzar posiciones y finalmente consiguió proclamarse ese día campeón del mundo de la extinta cilindrada intermedia.

Esta demostración de determinación y el buen hacer de Álex como piloto, así como de consejero deportivo, algo que también aplicó con el propio Jorge, nos llevó a que, en 2008, cuando Lorenzo subió a MotoGP con Yamaha, Álex ocupara la vacante en el equipo Lotus-Aprilia, ya que Fortuna no pudo estar con nosotros por la ley que terminó prohibiendo la publicidad de tabaco en el deporte del motociclismo. Por último, la anécdota que vivimos juntos en 2008, con Álex como piloto oficial, la reservo para la última publicación de estas memorias, ya que para mí es importante que se conozca. ¡Gracias, Alex, por ser mi amigo siempre!

Joan Olivé

De Joan Olivé, lo que tengo que decir de él, aparte de que era un piloto muy trabajador y disciplinado, es que no te tenías que preocuparte nada sobre cómo tenía que comportarse un deportista o sobre cómo tenía que proyectar su imagen. Su educación era impecable y resultaba francamente cómodo pasar tiempo con él. Se lograron objetivos importantes con él en el terreno deportivo. Aunque no llegó a ser campeón del mundo, resultó ser un gran profesional. Desafortunadamente, no todos los pilotos llegan a ser campeones del mundo, pero si hay muchos grandes profesionales que resultan interesantes para las marcas comerciales, y Joan lo fue.

Joan Olivé

David García fue para mí, seguramente, el piloto con mayor talento natural que he representado. Nos teníamos un gran aprecio, él admiraba el tipo de vida que llevaba yo, confiaba mucho en mi forma de hacer las cosas y a menudo me lo decía.

García fue campeón de Europa de 250cc. Sustituyendo a Emilio Alzamora en una carrera con una moto oficial sin conocerla, lo hizo bien y llegó a conseguir que Kenny Roberts, un piloto y una persona a que siempre he admirado y con el que también mantuve una relación muy buena, lo tuvo en el equipo Proton de MotoGP. Si David no hubiera demostrado ser un piloto muy rápido como era, lógicamente no habría llamado la atención de Roberts.

David Garcia

Diría que, como en el caso de Olivé, no llegó a ser campeón del mundo, pero desarrolló grandes cualidades y después ha realizado una excelente gestión del circuito de Almería. A quien también tengo un cariño muy especial es a Nono, el padre de David, que siempre demostró una gran integridad y, como se hacía tiempo atrás, tenía por costumbre respetar los acuerdos alcanzados. Reconozco que los García son una familia especial para mí.

Aleix espargaró

Gestionar la carrera deportiva de Aleix Espargaró llegó como un encargo de Juan Moreta, que en paz descanse. Lógicamente, en el paquete también estaba incluido su hermano Pol. Los hermanos Espargaró son para mí el ejemplo un claro ejemplo de mi teoría de que, entre los deportistas, unos nacen con un don y otros llegan tan lejos como los primeros gracias al trabajo. Recuerdo que, cuando yo mismo corría en 1989 el Campeonato del Mundo de 250 con el Team Katayama y pude conocer al mítico piloto japonés, campeón del mundo de 350cc en 1977, me dijo algo que se me quedó grabado.

Aleix espargaró

Me contó que, cuando él mismo compitió contra Kenny Roberts y Freddie Spencer, tenía que dedicarle mucho tiempo a la concentración, más incluso que sus rivales, ya que Takazumi creía que ellos poseían un don superior y, para estar a su nivel de competitividad, tenía que hacer un esfuerzo adicional en su forma de prepararse. Creo que Aleix está demostrando que puede llegar tan lejos como los grandes pilotos. Sin duda, creo que el deporte de la velocidad demanda un gran esfuerzo mental.

Prueba de lo acertado de esa filosofía está quedando demostrado con sus resultados. Aleix dedica gran parte de su entrenamiento a la disciplina del ciclismo en carretera. Entiendo que este tipo de actividad te da tiempo para sufrir y pensar. A través de estas líneas quisiera felicitarle por llegar hasta donde está llegando en este momento de su trayectoria, ya que sin duda se lo ha ganado a pulso.

Pol Espargaró

Hablar de Pol Espargaró no es fácil. Nuestra relación se interrumpió por motivos que mencionaré expresamente en la última de esta serie de publicaciones. Sus logros como piloto están ahí, habiendo llegado a ser incluso campeón del mundo de Moto2 con el equipo de Sito Pons. Mi relación con Pol es de un cariño muy especial. Me tenía robado el corazón por su forma de ser y su simpatía. Pol tenía, sin género de duda, un don natural para este deporte y creo que, si hubiéramos seguido juntos, seguro que su trayectoria hubiera sido más exitosa aún. Nos compenetrábamos muy bien y yo tenía muy claro lo que él necesitaba para ser un piloto difícil de vencer. Siempre que nos vemos ahora, pasados los años, me transmite un cariño especial, un gesto que agradezco mucho, al igual que a su manager, con el que mantengo una buena relación de respeto y cariño.

Fonsi Nieto

Fonsi Nieto era otro talento natural. Nuestra relación comenzó cuando él tuvo que hacer el cambio al Mundial de Superbike. El hecho de tener en común a hermana Carla, con la que me llevo muy bien, propició nuestra relación. Acompañé a Fonsi en aquel cambio de rumbo pero aunque fuera un piloto con un don fuera de lo normal para pilotar, creo que si hubiera tenido un entorno distinto al que tuvo anteriormente en su trayectoria las cosas hubieran sido distintas. Cuando yo aparecí en su vida como mánager, él ya tenía hábitos difíciles de cambiar por su edad y, además, vivíamos separados a 600 kilómetros de distancia.

Fonsi Nieto

Sin embargo, de Fonsi tengo que decir claro que, además de ser un grandísimo piloto, su calidad como persona es ejemplar. Al igual que a todos los pilotos con los que he tenido la suerte de trabajar, le tengo muchísimo cariño y, aunque la vida nos dirige a menudo a cada uno por caminos distintos, puedo decir con orgullo que más allá de que hiciera de manager, coach o amigo de ellos, creo que algo de mí aprendieron: bueno o malo, pero, por fortuna, gran parte de ellos disfrutan actualmente de una gran posición en la vida y les felicito por ello.

Quiero colgar esta foto como despedida a una etapa de mi vida que ejercí como manager y coach,en la foto junto a Máximo Martinez cuando coincidí con el, en el Gasss74…

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